La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que propone retirar de forma inmediata los fondos federales destinados a Planned Parenthood, organización que ofrece servicios de salud reproductiva y aborto legal, generando intensos debates entre sectores conservadores y progresistas.

La votación fue sumamente ajustada: 215 votos a favor y 214 en contra. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, anunció el resultado con emoción, provocando vítores entre los representantes republicanos. Ahora, el proyecto se traslada al Senado para su análisis y posible aprobación.

Live Action, activista antiaborto liderada por Lila Rose, celebró la medida mediante sus redes sociales, instando a sus seguidores a presionar al Senado para que desfinancie a Planned Parenthood y proteja la vida de los no nacidos. Sus mensajes vinculan también el aborto con la controversia de la transición de género en menores.

El grupo resaltó que Planned Parenthood recibe 800 millones de dólares de fondos públicos y señaló que es la cadena de abortos más grande del país, atribuyéndole la muerte de más de 400,000 bebés anualmente. Su enfoque busca sumar apoyo en sectores conservadores preocupados por estos temas.

Por su parte, Planned Parenthood y la ACLU denunciaron que la medida privaría a millones de personas de servicios básicos como exámenes de cáncer, pruebas de infecciones y control natal. Además, advirtieron sobre campañas de desinformación que asocian el aborto legal con “abuso infantil” y “ideología de género”.