LA FRONTERA ENTRE COREA DEL NORTE Y CHINA SE ENDURECE
Escrito por Radio Vital el 4 de septiembre de 2023
LA FRONTERA ENTRE COREA DEL NORTE Y CHINA SE ENDURECE
Un nuevo informe de NKNews.org ha revelado un aumento en las medidas de seguridad en la frontera entre China y Corea del Norte. Se trata de una compleja red de cámaras de seguridad, torres de vigilancia y otras infraestructuras que reprimen el movimiento de los norcoreanos que intentan huir del país, incluyendo los cristianos clandestinos.
Dicho informe indica que este aumento de la persecución digital a través de las nuevas medidas de seguridad está dificultando cada vez más que los norcoreanos huyan del régimen autoritario y que muchas organizaciones les ayuden desde otras regiones fuera del país.
«Hemos notado ese incremento», afirma un trabajador de Puertas Abiertas cuyo nombre no podemos desvelar por motivos de seguridad. «Cada año, los norcoreanos lo tienen más difícil para viajar a China. Y más caro también. Hay que pagar cantidades desorbitadas a traficantes de personas que no son de fiar. Es realmente peligroso». Los colaboradores de Puertas Abiertas dirigen una red de iglesias en casa en China que ayuda a los creyentes norcoreanos que consiguen llegar al país vecino.
Las restricciones relativas a la COVID-19 en China han disminuido, pero las medidas de vigilancia impuestas bajo el pretexto de «contener la pandemia» siguen en pie. Fuentes gubernamentales han informado a NKNews.org de que los movimientos de los diplomáticos y extranjeros son vigilados constantemente. Dicho control se extiende a alojamientos y núcleos de transporte, sobre todo a los hoteles y aeropuertos que se encuentran en la región fronteriza.
Está surgiendo una «variante más ágil de autoritarismo, capaz de ejercer un control social sin precedentes».
El último informe de NKNews muestra que la ciudad de Hunchun, junto al río Tumen, es donde más han incrementado y se han sofisticado las medidas de seguridad. Se encuentra en una región que, debido a la poca profundidad y cauce del río, ha sido históricamente la ruta recurrente de huida. Según Bobae Su, un investigador del centro de base de datos para los derechos humanos de Corea del Norte, un 60 % de los 33 000 tránsfugos o refugiados políticos que llegaron a Corea del Sur provenían de Hamgyong del Norte, región que bordea dicho río.
Una de las medidas de vigilancia más importantes de las autoridades chinas en su frontera con Corea del Norte es una extensa red de cámaras de seguridad. Casi la mitad de todas las cámaras de vigilancia del mundo se encuentran en China. Gracias a tecnologías como el reconocimiento facial, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático está surgiendo una «variante más ágil de autoritarismo, capaz de ejercer un control social sin precedentes», en palabras de Josh Chin, jefe adjunto de la oficina del Wall Street Journal en China y coautor de un libro reciente sobre la estructura de vigilancia tecnológica de China.
Una crisis territorial y humanitaria
Estas nuevas tecnologías hacen que sea realmente difícil colarse por la frontera sin detectado. También significa que métodos como el soborno a los guardias fronterizos pueden haber dejado de ser una opción.
Esta situación también afecta a la entrada de alimentos en Corea del Norte. Tal como señaló el observatorio de economía de Corea del Norte, los precios de la comida se dispararon durante el cierre de la frontera durante los años de la pandemia del coronavirus. El contrabando es una vía indispensable para introducir alimentos en el país y, si aumentan las dificultades para cruzar la frontera, los alimentos tampoco podrán pasar. Esto se traduce en una crisis muy grave, dado que la ONU calcula que más del 40 % de los norcoreanos sufre de malnutrición.
«Aquí necesitamos que ocurra el mismo milagro del Hermano Andrés».
La rápida disminución del número de tránsfugos en los últimos años pone en evidencia los efectos del incremento en la vigilancia fronteriza. Se puede observar una diferencia drástica entre los 63 norcoreanos que llegaron a Corea del Sur el año pasado y los 1047 que llegaron en el año 2019. «Tiene mucho que ver con el impacto de la pandemia», explica un trabajador de Puertas Abiertas. «Tanto China como Corea del Norte intensificaron sus controles fronterizos. Y China implementó los confinamientos y restricciones de viaje más estrictos del mundo. Esto hizo que fuera prácticamente imposible huir de Corea del Norte a este país».
Este aumento de las medidas de seguridad, junto con las reiteradas políticas chinas que criminalizan la ayuda a los norcoreanos necesitados de la frontera, plantea un gran desafío para la labor humanitaria. «Pedimos a los hermanos de todo el mundo que reciten la oración del hermano Andrés (el fundador de Puertas Abiertas)», pide uno de nuestros colaboradores. «Cuando el hermano Andrés viajó a Europa del Este sin ninguna protección, pidió al Señor que cerrara los ojos de los guardias para que no vieran las Biblias que llevaba. Y Dios respondió a sus oraciones. Aquí necesitamos que ocurra ese mismo milagro. Pedimos oración para que Dios ayude a los cristianos norcoreanos a cruzar la frontera hasta China y llegar hasta nuestros refugios sin que nadie los vea».